Yo rezo por un sacerdote propone:
1. A los niños y jóvenes que elijan a un sacerdote y recen por él cada día durante todo el año, al final del cual podrán elegir otro si lo creen más necesitado de sus oraciones. Los adultos que lo deseen también pueden unirse a esta iniciativa.
2. Es importante decirle al sacerdote elegido que se va a rezar por él, cada día, durante todo un año. Si el niño es pequeño, los padres se lo comunicarán.
3. El sacerdote deberá pensar qué quiere que el niño o joven le pida a Dios en su nombre concretamente. La petición debe basarse en un anhelo o necesidad personal concreta que le ayude a él en su desinteresada labor de salvar almas. Ejemplo: “que sea un sacerdote santo”,“que Dios le de Su paz”, etc. El sacerdote puede cambiar su petición si cambian sus necesidades o si lo que ha pedido al niño le es concedido.
4. Se rezará en familia, siempre que sea posible. Cada niño, joven y también adulto hará sus peticiones donde cada uno incluirá la petición por su sacerdote. Después, todos juntos rezarán con el corazón, con amor, por todo lo pedido. No olvidéis pedir también por el Papa y agradecer todo aquello que el Señor nos concede.
5. Para que nuestros rezos sean más efectivos, el primer día le pediremos a la Virgen María que sea ella quien eleve siempre nuestras peticiones y oraciones a Dios.