Frutos

Esta generosa iniciativa, por su fuerza y secillez, está llamada a dar abundantes frutos y ser una gran fuente de gracias.

1. El niño aprende a comunicarse con Dios diariamente. Dios le escucha y le habla en la oración.

2. Esta responsabilidad hará que el niño o joven entienda que lo que está haciendo es importante. Un sacerdote cuenta con él y con sus oraciones, lo que le ayudará a rezar con más fervor.

3. El sacerdote contará con un gran apoyo espiritual. Un niño o un joven intercediendo perseverantemente ante Dios por sus necesidades. ¡Qué regalo!.

4. Muchas de las cosas que pida serán concedidas, por lo que verá los milagros de la oración, por eso es importante pedir siempre cosas específicas.

5. Se refuerzan o se crean nuevos lazos de amistad con ese sacerdote, absolutamente beneficioso para todos; el niño o joven, la familia, el sacerdote.

Esta amistad es especialmente importante para el joven que contará con la cercanía de un ministro de Cristo en las encrucijadas que le presente la vida.

Frase Yo Rezo